El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial, ya que en este día y en el año de 1616 fallecieron personalidades como Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Igualmente se conmemora el nacimiento o muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
La celebración de este día fue una decisión espontánea tomada en la Conferencia General de la Unesco que se celebró en París en 1995, para rendir un homenaje universal a los libros y autores.
El libro, impreso o manuscrito, ha constituido durante gran parte de la historia humana un vehículo para la manifestación de las diversas culturas y la transmisión de valores y saberes, para la recreación, la expresión estética y el goce imaginativo, un instrumento que expresa en alto grado el potencial de la razón y las capacidades creativas de las distintas civilizaciones, a través de lo cual se enriquece de manera constante el patrimonio espiritual de la humanidad.
El objetivo de esta celebración es fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.